En este día de unión y compromiso, nos congregamos en un rincón vital de nuestro hogar terrenal, la intersección de Av. Garibaldi y Luzuriaga, Llavallol. Junto a la Multisectorial Santa Catalina y otras organizaciones sociales, alzamos nuestra voz y presencia contra la oscura sombra de la especulación que acecha.
Frente al oscuro intento de #ecocidio orquestado por la UNLP, al tratar de sacrificar parte de la inmaculada Reserva Natural Provincial Santa Catalina en un acto aberrante de venta, nuestra voz se alza unida en total rechazo. Nos erguimos como guardianes comprometidos con el bienestar de nuestro entorno, de las futuras generaciones y del ecosistema que todos compartimos.
Santa Catalina, con su belleza y vitalidad, no es propiedad de unos pocos, sino un legado que abarca a cada ser que respira su aire puro y se empapa con su esencia. Ceder ante la venta sería someter a este preciado rincón de vida a daños irreparables, una traición a la biodiversidad que nos llena de asombro y a nosotros mismos como custodios responsables.
Hoy, en un acto de valentía y determinación, las voces de vecinos y vecinas de Lomas de Zamora se entrelazaron formando un frente unido contra la sombra de la avaricia.
En el día que debían comparecer los oferentes, fuimos nosotros quienes ocupamos este espacio, impregnándolo con la pasión de nuestras pancartas, banderas y mensajes vibrantes. Aunque ningún individuo se atrevió a presentar su oferta en ese sagrado terreno, nosotros lo hicimos con un propósito mucho más profundo: concienciar, educar y avivar la llama de la resistencia.
Caminamos juntos, recordando que somos los narradores de esta historia, los defensores de Santa Catalina y los guardianes de su integridad. Este capítulo no culmina con la ausencia de oferentes, sino que florece como el inicio de una lucha persistente. Cada paso que damos, cada palabra que compartimos, es un tributo a la naturaleza que amamos y a la comunidad que nos une.
¡Santa Catalina no será vendida, porque su valor es incalculable! Unidos en esta causa, somos la voz de la tierra misma, clamando por justicia y sostenibilidad. El legado de Santa Catalina perdurará a través de nuestras acciones, y la esperanza de un futuro verde y próspero guiará nuestro camino.
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